ANDRÉS TORRE GONZÁLEZ «ANDY». ILUSTRADOR, DIBUJANTE Y GUIONISTA DE CÓMIC.

«ANDRÉS TORRE GONZÁLEZ "ANDY". Ilustrador, dibujante y guionista de cómic»
Autor del texto: Ángel Ocejo Herrero (Historiador).

Con algo tan aparentemente modesto como era una tira diaria de tan solo tres viñetas, que apenas dejaba margen a los lectores para seguir el argumento del relato, Andrés Torre consiguió que toda una generación de jóvenes abriese el periódico por una de sus últimas páginas, con el fin de seguir cada jornada las peripecias de Laro, en su brega sin fin contra el invasor romano. En aquella Cantabria de principios de los años 70, que vivía un renacer identitario gracias a organismos como la extinta Institución Cultural de Cantabria -fundada por Pedro Escalante- o a publicaciones como Los cántabros de Joaquín González Echegaray, Andy destacó por su contribución a la popularización de la historia antigua del pueblo cántabro, materializada en las aventuras del mítico guerrero, mediante el cómic Laro el cántabro, del que el dibujante era también guionista.

Andy, amante de su tierra y de su historia, consiguió que se publicase en el periódico Alerta, entre 1971 y 1985, su creación más recordada, que años después sería recogida en un libro, prolongando un recuerdo siempre presente en el subconsciente colectivo cántabro. Centradas en los tiempos de la épica confrontación del pueblo cántabro contra el imperio romano, las aventuras de Laro y de su amigo Vadón tuvieron una enorme difusión. Prueba de ello es que, en la onomástica de Cantabria, aparecieron los nombres "Laro" y “Lara”, que ostentan muchos niños nacidos a partir de entonces.

Pero, Andy no es artista de una sola obra; muy al contrario. Dibujante e ilustrador en diversos medios de comunicación, son muy numerosos los trabajos realizados por este autor, dentro y fuera de Cantabria, desde carteles y publicidad, a portadas para libros, catálogos de exposiciones y caricaturas humorísticas de personajes de la actualidad. Fruto de esta frenética actividad surgieron exposiciones de temática cántabra en diversas galerías de arte.

Entre las obras que vieron la luz en formatos similares a Laro el cántabro, hay que mencionar El chico de Laredo -publicado en prensa entre 1985 y 1992- y Héctor el Conquistador -comenzado a publicar en 1992 y que quedó incompleto-, relatos ilustrados de los que el dibujante era también guionista.

No obstante, en el ámbito del cómic, su otra obra fundamental es, a mi juicio, la primera Historia de Cantabria, una obra importantísima, tanto por su contenido, como por su capacidad pedagógica. También son magníficas sus versiones en cómic de algunas de las de obras de José María Pereda, como las de los cuadros de costumbres La Buena Gloria, El fin de una raza y La leva y la novela Sotileza, todas ellas tan útiles como infrautilizadas como herramientas para difundir la obra del novelista de Polanco entre los jóvenes.

Andy es autor, igualmente, de las ilustraciones de numerosos libros, entre los que hay que recordar los escritos por Roberto Lavín alrededor de la figura de Beato de Liébana, el del refranero cántabro de Carmen González Echegaray o los de relatos de Zacarías Puente.

Todos estos trabajos ponen en evidencia la capacidad de trabajo y la disposición personal de Andy a contribuir a la difusión de la cultura cántabra, en cualquiera de sus aspectos. Se trata de la figura de un artista íntegro, siempre dispuesto a colaborar en una empresa cultural por el bien de su tierra.