El año 1978 supondrá una etapa decisiva tanto para ADIC como para el proceso autonómico de Cantabria. Las fuerzas políticas mayoritarias se vieron obligadas a aceptar la presión popular en torno al problema regional de Cantabria y de su autonomía.
ADIC va a lograr las más altas cotas de popularidad, al incidir en los temas políticos y sociales de máxima actualidad. La Asociación explica públicamente en profundidad las causas por las que Cantabria debía con quistar su autonomía.
Entre todas las iniciativas llevadas por ADIC en 1978 para incentivar la identidad cántabra destacan la inauguración el 10 de marzo de ese año de su sede social en la calle Tetuán de Santander y, además, la organización del primer Día Infantil de Cantabria. Este último con el objetivo de acercar a los niños, al menos una vez al año, las tradiciones, la artesanía y el folklore cántabro.
En aquel momento Cantabria había quedado fuera del mapa de las preautonomías y, tras la aprobación de la Constitución española de 1978, su autogobierno dependerá de los ayuntamientos, por lo que el autonomismo pone la vista en las elecciones municipales fijadas para el 3 de abril de 1979. Ante la confirmada pérdida de la preautonomía para Cantabria, ADIC se replantea su forma de actuación y propone la creación de un partido político de ámbito cántabro para concurrir a esas elecciones y promover la autonomía por la vía del artículo 143 del texto constitucional. El 29 de septiembre de 1978 en la Junta Directiva de ADIC se propone crear un partido político de carácter regionalista: el Partido Regionalista de Cantabria, cuyos Estatutos irán confeccionándose los viernes por la tarde en las oficinas de la sede de la asociación, en la calle Tetuán de Santander.
Nota de la fotografía: Benito Huerta, Miguel Ángel Revilla y Eduardo Obregón, miembros de ADIC, comparecen ante los medios de comunicación a principios de 1979.

Noticia publicada el 2 de octubre de 1978 en el periódico La Hoja del Lunes

La necesidad histórica de un partido regionalista que tuviera el máximo apoyo electoral posible en las elecciones municipales, era valorada como una necesidad impuesta por los acontecimientos. Sin embargo, la opinión de los miembros de la Junta Directiva de ADIC se resistía a que la Asociación dejara de existir.
Las votaciones de la Junta Directiva de ADIC se desarrollaron el 13 de octubre en los propios locales de la Asociación en la calle Tetuán. Las alternativas a votar fueron:
1) Seguir como hasta entonces.
2) Conversión de ADIC en un partido político regionalista.
3) Creación de un partido político por parte de ADIC.
Esta última alternativa, defendida por Rafael de la Sierra, fue la que se aprobó mayoritariamente. Así que a finales de 1978, la Junta Directiva de ADIC decidió dar luz verde a la creación del Partido Regionalista de Cantabria (PRC). [1]
[1] Alegría, Manuel (1990): Presencia e influencia de ADIC en la historia de Cantabria. Ediciones Tantín, Santander.

Noticia publicada el 18 de diciembre de 1978 en el periódico La Hoja del Lunes