La Junta Directiva de la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) aprobó esta semana su propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de Cantabria. Se trata de un texto que obtuvo un respaldo unánime y «sin fisuras», según resaltó ADIC en una nota de prensa, en la que resaltó que se trata de un reglamento -sería el tercer estatuto de autonomía- «enriquecido que aglutina las reivindicaciones históricas del pueblo cántabro por estar aún vigentes muchas de ellas, pero enmarcadas en el contexto político actual».

La propuesta aprobada por ADIC ha sido elaborada por una comisión de trabajo creada específicamente para esta tarea, la cual ha tenido en cuenta «las principales inquietudes y estudios que la asociación ha desarrollado históricamente, todo ello encuadrado en el contexto general estatal».

«En breve» ADIC hará pública su propuesta a la sociedad de Cantabria y posteriormente la trasladará a los colectivos políticos, sociales y culturales, así como a las instituciones de la Comunidad Autónoma. Para ello pondrá en marcha una campaña de divulgación durante la cual tratará de entrevistarse con los principales agentes políticos, sociales y culturales para explicar su propuesta y lograr el mayor número de adhesiones. En este sentido, la asociación precisó que confía en iniciar la apertura de un debate que «implique a toda la sociedad para que sea el propio pueblo quien exprese sus inquietudes respecto al autogobierno cántabro».

La comisión redactora de la propuesta ha estado formada por asociados y simpatizantes de distintos ámbitos sociales y profesionales. Durante el último cuatrimestre del año 2005 se han producido diversas reuniones y la comisión ha recabado información no sólo de los trabajos que durante casi treinta años elaborado la asociación, sino de la propia aportación de la ciudadanía.

ADIC resaltó, en este sentido, que «dentro de la responsabilidad que supone ser una fuerza activa del cantabrismo», la asociación ha incluido numerosos artículos que reivindican «la propia esencia del pueblo cántabro y sus históricas y legítimas aspiraciones políticas, sociales y económicas en un contexto de solidaridad y responsabilidad con el resto de pueblos que conforman el Estado».