La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), aprovecha las últimas declaraciones del catedrático José Manuel Iglesias, o del Aula de Patrimonio de la UC, insistiendo en la nula conciencia social cántabra hacia nuestro patrimonio, más concretamente el arqueológico. Un patrimonio sistemáticamente postergado o agredido en función de intereses económicos, básicamente inmobiliarios, que han llevado al ostracismo o la aniquilación de buena parte de nuestro patrimonio histórico, ante el silencio o el aplauso de la opinión pública.
La Asociación toma como muestra la gestión del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, que sigue sin contar con una sede digna ni con una programación acorde. Y recuerda, caso de que algún día se materialicen esas instalaciones, que un museo es algo más que cuatro pareces y unos focos, además son necesarias una programación, unos recursos y unas actividades que lo conviertan en lo que debe ser: una realidad dinámica en lo científico y en lo didáctico.
Por un lado, ADIC lamenta la falta de sensibilidad social para poner en activo nuestro patrimonio, ante la opinión de que éste no supone más que una merma para los beneficios inmobiliarios en nuestros pueblos y ciudades. Por otro lado denuncia a nuestras instituciones como las principales instigadoras de esta realidad, ciegamente entregadas al interés inmobiliario, por encima de cualquier otra urgencia o necesidad. Con ello, el museo sigue siendo gestionado como problema del que nadie se quiere hacer cargo con un mínimo de dignidad: un montón de trastos a los que hay que encontrarles un almacén para que dejen de generar polémicas.
Por último los cantabristas no quieren dejar pasar un aspecto determinante en dicho museo: en pleno 2013 continuamos sin plantear un museo de Historia de Cantabria. Resulta insultante que un pueblo milenario como el nuestro, portador de unos valores etnográficos arraigados en siglos de evolución histórica, no cuente con ningún museo. Recuerda ADIC que el Museo de Prehistoria y Arqueología mezcla fondos prehistóricos con históricos, extendiéndose confusamente la idea de que los objetos arqueológicos históricos -como las Estelas Gigantes- son objetos prehistóricos, así como sus protagonistas: los antiguos cántabros. A juicio de ADIC, esta “degradación” científica hacia nuestro pasado Histórico es producto de una malintencionada actitud hacia un periodo y unos antepasados que no interesan lo más mínimo a nuestra clase política. Con ello sigue negando la condición de sujeto histórico al pueblo cántabro y la dimensión histórica de la propia Cantabria, partiendo de ahí toda la apatía reinante hacia nuestro pasado y nuestro patrimonio.
|