La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) ha querido salir al paso de los últimos movimientos que se han producido sobre la protección para la anchoa para afirmar que aceptar la idea del Gobierno de otorgar el sello “Calidad Controlada” para anchoas de otras latitudes es devaluar el producto. Según ADIC, la anchoa del Cantábrico tiene un prestigio ganado a pulso que no sólo tiene que ver con la manera de trabajar la materia prima, sino precisamente con ella. Extender el sello “Anchoa de Cantabria” a bocartes de otras latitudes, tal y como se refleja en la Orden del Gobierno de 7 de abril, es engañar al consumidor, toda vez que se hace pasar por anchoa de Cantabria una anchoa que no es del Cantábrico, sino del Mediterráneo o de otros lugares.
Según los cantabristas, las justificaciones del Gobierno respecto a la fijación de puestos de trabajo en nuestra Comunidad al aprobarse esta Orden, no se sostienen. Para fomentar el empleo en el sector, es igual poner un sello de calidad a un producto que no la tiene; el que quiere invertir en ese producto que lo haga pero sin esas “ayudas” que no otra cosa que un fraude al consumidor, pues se quiere hacer pasar por cántabro o cantábrico algo que no lo es; aquí lo que subyace es un “engaño legal”: se trata de fomentar o prestigiar un producto que no es el tradicional ni el que ha ganada merecida fama.
ADIC apuesta por una Indicación Geográfica Protegida para la materia prima, “anchoa del Cantábrico”, nombre arraigado, reconocido y prestigiado, algo por lo que, según ha trascendido, también parecen estar de acuerdo el resto de Comunidades del Cantábrico. Sin embargo, el Gobierno parece que no está por la labor o, al menos, lo está de forma muy reservada e incluso torpe. Hay que recordar que hace escasos días, la titular del ramo, Blanca Martínez, apostó por la IGP para la anchoa del “Golfo de Vizcaya”, con ese nombre ni más ni menos, marca nada enraizada e incomparable con la manida “del Cantábrico”. Ni que decir tiene que huelgan los comentarios respecto al poco tino identitario que supone esa afirmación.
Lo curioso del caso es que en Euskadi, al iniciarse la costera de la anchoa, el Gobierno Vasco ha promocionado el producto con el significativo nombre de “el tesoro del Cantábrico”… |