La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) ha salido al paso de los últimos acontecimientos sobre el uso del edificio del Banco de España para volver a reclamar una solución definitiva al Museo de Prehistoria e Historia de Cantabria, que lleva itinerante demasiados años. ADIC critica que, tras años de anuncios, el proyecto esté aún en el aire. Para el colectivo cantabrista, el actual estado de las cosas demuestra la desidia, el desdén y la falta de compromiso, otra vez, con nuestra historia, relegando siempre el proyecto de un gran Museo ante cualquier ocurrencia que se presente.
ADIC recuerda que fue la primera en exigir la reversión del edificio del Banco de España para Cantabria para, junto al Palacio de Correos, instalar allí el Museo de Prehistoria e Historia de Cantabria y el Centro de Interpretación del Arte Rupestre de la UNESCO, cuestiones que asumió el Gobierno en 2009 y que cristalizaron con la cesión del edificio. Sin embargo, en 2014, todo el proyecto se vino al traste al priorizarse el Archivo Lafuente, anunciándose un nuevo parche para el Museo de Historia, cubriendo todo el Mercado del Este, en una decisión inexplicable y que tampoco ha cristalizado.
Pasado todo este tiempo, el balance es catastrófico porque no hay nada, ni el Archivo Lafuente ni el Centro de la UNESCO y, ni mucho menos, el Museo; y lo que es peor, con la plasmación de que, de nuevo, el patrimonio histórico de Cantabria importa bien poco.
El asunto es ya de por sí gravísimo, pero lo es más para una Comunidad que es potencia mundial en arte paleolítico, algo que nos diferencia y nos posiciona en el mundo, con diez cuevas patrimonio de la humanidad. Por ello ADIC reclama urgentemente una solución definitiva al asunto, con la recuperación del proyecto museográfico y el Centro de la UNESCO para el Banco de España, donde inicialmente estaba previsto, evitando ocurrencias de última hora. Ya es hora que la Historia y la Prehistoria de Cantabria pasen a ocupar el puesto que merecen y dejen de ser moneda de cambio en la política cultural. |