ADIC LAMENTA EL ARCHIVO DE LA DECLARACIÓN DE BIC DE LAS “MASCARADAS DE INVIERNO” QUE SE CELEBRAN EN CANTABRIA Y DEMANDA RECONDUCIR EL EXPEDIENTE.
La Asociación para la Defensa de los intereses de Cantabria (ADIC) insta al Gobierno de Cantabria a reconducir el expediente por el que se archiva la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), con carácter inmaterial, de las llamadas “mascaradas rurales de invierno” que se celebran en Cantabria. En concreto, son la Vijanera de Silió, el carnaval del Valle de Polaciones, el Antruido de Piasca, los Zamarrones de los Carabeos y las Marzas del Valle de Soba. Desde ADIC se considera sorprendente que el propio Gobierno autonómico impulse una línea de protección, a través de la declaración de BIC, y ahora lo archive, e insta a hacer público el expediente en su integridad.
A juicio de la asociación cantabrista, resulta sorprendente que sea la propia Consejería de Cultura quien iniciara el expediente y sea el mismo órgano quien lo archive, lo que es en sí mismo una contradicción o un ejemplo de improvisación. Es por ello que desde ADIC se ha reclamado que se haga público el expediente, para conocer qué ha pasado para este cambio de criterio y tratar de reconducir la situación.
Según indica Cultura, no se cumple lo dispuesto en el artículo 18 de la Ley 11/1998, de Patrimonio Cultural de Cantabria en “lo relativo al informe favorable de dos órganos consultivos dado que se manifiesta que algunas de las celebraciones incluidas en el expediente incoado tienen, en la actualidad, una función primordialmente turística que desvirtúa su valor patrimonial”. Pero ADIC recuerda que el 21 de junio de 2017 se publicó en el BOC el acuerdo de incoación de expediente, a iniciativa de la propia Consejería de Cultura, para la declaración de las mascaradas rurales de invierno como BIC Etnográfico Inmaterial tras “acuerdo adoptado por la Comisión Técnica de Patrimonio Etnográfico y Paisaje”, que había considerado la documentación aportada por la Dirección General de Cultura, informando “favorablemente” a la incoación del mencionado expediente. Siendo así, no se entiende la decisión de empezar el expediente y luego archivarle a no ser que haya otro tipo de intereses que se nos escapan.
Para evitar suspicacias y avanzar en el asunto, a la vista de la resolución lo que ADIC se pregunta es qué indican los informes, si ambos son negativos o si Cultura se ha planteado, a la luz de los mismos, trabajar con las mascaradas para reconducir el BIC. En suma, conocer el procedimiento para reponer la situación, para lo que la asociación cantabrista apela a la transparencia y reclama su publicidad.
Y en ese sentido, ADIC solicita que se den a conocer quienes son los órganos consultivos a los que hace referencia la Consejería de Cultura, porque lo que trasluce en toda esta historia es que el patrimonio propio de Cantabria no puede ser tratado de esta manera. Según ADIC, la declaración de BIC a estas ancestrales representaciones autóctonas, hubiera supuesto un espaldarazo a las mismas y la consolidación de su recuperación. Lo suyo, según los cantabristas, era haber trabajado de la mano con los colectivos que han recuperado y mantienen estas antiguas manifestaciones, para reconducir cualquier observación que se hubiera manifestado a lo largo del expediente, atender a la evolución de los tiempos y de las propias mascaradas.
ADIC puede coincidir en que las mascaradas tengan ahora una “una función primordialmente turística que desvirtúa su valor patrimonial”, como señala la Consejería de Cultura, pero no es un argumento concluyente por sí mismo ya que no es algo negativo, sino todo lo contrario. Que las mascaradas congreguen en la actualidad a numeroso público es absolutamente legítimo. Lo mismo que los ayuntamientos, donde se celebran las mismas, recurran a estas expresiones culturales populares para promocionar sus respectivos municipios.
|