El famoso reportero Tintín es un “políglota” que “habla” ahora también cántabro después de que el álbum “La isla Negra” se haya publicado ahora por primera vez en cántabro. Una coedición realizada por Zephyrum Ediciones y Trilita Ediciones, tras la iniciativa de la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC).
La traducción al cántabro de La isla Negra, de Hergé, supone un hito para la sociedad cántabra, ya que es una oportunidad de dar a conocer, a través de las aventuras de Tintín, el patrimonio lingüístico de Cantabria. El cántabro fue puesto de relieve por un gran número de escritores costumbristas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX; pero sus obras —salvo en el caso de autores como Concha Espina o José María de Pereda, quienes lo usaron como parte de la creación de sus personajes—, raramente trascendieron más allá de las fronteras regionales. Por ello consideramos que este álbum permitirá que el cántabro dé un salto más allá de sus costas, valles y montañas y se muestre al mundo tal y como lo han hecho el resto de las lenguas y variedades lingüísticas que han colaborado a que Las Aventuras de Tintín sea una de las colecciones más traducidas.
En Cantabria se pone de manifiesto una diversidad lingüística que distintos autores e instituciones de reconocida trayectoria han denominado según la comarca o zona donde tienen su vigencia: habla montañesa, lebaniega, trasmerana, campurriana, pejina, pasiega… A este conjunto de variantes se le ha otorgado una identidad común denominada tradicionalmente “montañés”, y más recientemente “cántabro”.
La isla Negra es el séptimo álbum de Las Aventuras de Tintín en el que Hergé combina hábilmente realidad y ficción, ya que refleja ciertos elementos del contexto histórico del momento, así como su intranquilidad en un clima de paz turbador y de temor a otra guerra mundial. Además, hace convivir el mito del monstruo con su pasión por la modernidad y los avances técnicos de la época: televisión, radio, aviones, coches, imprenta...
Respecto al trabajo de traducción y corrección, a cargo de Constantino Ruiz Matanzas (experto en bibliografía sobre el patrimonio lingüístico de Cantabria y autor del libro "La religión en Santander y Cantabria a través de la Filatelia") y Roberto Diego Romero (autor de los libros "Aportación al estudio del habla cántabra" y "La gaita cántabra"), se ha puesto gran atención tanto a la selección de las palabras como a la forma de escribirlas (así, por ejemplo, Dupont pasa a llamarse Sáinz y Dupond, Sáiz). También se ha sido muy cuidadoso en la utilización de expresiones, onomatopeyas, pronombres y cierre de vocales, pues el texto debía ser fiel al original y además ser reconocible dentro del uso que los cántabros hacemos de este idioma que no está normativizado en su totalidad.
|