Ante la alarmante proliferación de nuevas viviendas en nuestras villas y pueblos con tipologías constructivas ajenas a la trama tradicional existente, ADIC denuncia la dejadez e insensatez de los responsables del área de urbanismo del Gobierno de Cantabria, por la injustificada demora en la aprobación de las NUR (Normas Urbanísticas Regionales). Esta política de pasiva complicidad, permite a diversos promotores inmobiliarios regionales sin escrúpulos, desfigurar irreversiblemente la personalidad arquitectónica cántabra forjada a lo largo de los siglos en nuestros núcleos urbanos tradicionales.
Basten como ejemplo en la actualidad, las aberrantes urbanizaciones proyectadas de chalets adosados en pueblos de identidad cántabra tan acusada como son: Cerrazo, Barros, Casar de Periedo y Carandía; las nuevas urbanizaciones de caseríos vascos de Cubas, Argoños, Rasines y otros puntos del oriente, o el levantamiento de gigantescos pisos en lugares tan inapropiados como Limpias.
ADIC considera triste y decepcionante para Cantabria que primeramente el equipo de gobierno PP-PRC y ahora el PSOE-PRC vulneren sistemáticamente el Estatuto de Autonomía, respecto a la defensa de la identidad cántabra y sigan dando el visto bueno, antes con la CRU y ahora Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu) a proyectos urbanísticos claramente etnoterroristas.
Desde ADIC instamos al Gobierno de Cantabria a que asuma definitivamente su responsabilidad y apruebe sin más tardanza las NUR. Cantabria necesita urgentemente un instrumento jurídico de planificación urbanística que garantice la conservación de nuestro rico patrimonio cultural y que siguiendo el mismo modelo de los países de la Unión Europea, contemple unos criterios de edificación y diseño acordes con la arquitectura tradicional de cada comarca, adaptados a los materiales y necesidades actuales. |