ADIC AFIRMA QUE EL SENTIMIENTO CÁNTABRO ES INCONTESTABLE
La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) afirma
que el sentimiento cántabro está cada vez más arraigado entre la
ciudadanía y que esto se constata en la encuesta de RTVE realizada en
2002 que algunos han manejado de forma tergiversadora para sustentar
una idea anacrónica. ADIC acusa de manipulación interesada el uso de esta encuesta y recalca que en la misma se demuestra un sentimiento de
pertenencia, un grado de identificación y una preocupación por lo
cántabro que despeja cualquier duda y deja en ridículo las afirmaciones
realizadas en torno a la muestra.
ADIC cree que la realidad cántabra como pueblo está perfectamente
asentada entre la ciudadanía y que hacer lecturas interesadas de una
encuesta no política no es más que manipular a la ciudadanía. La
asociación cantabrista considera que de la encuesta de RTVE sólo se puede
deducir que los cántabros tienen un sentimiento de
pertenencia mayoritario hacia su propia tierra, que quieren profundizar en su identidad y que se sienten cántabros ante todo.
ADIC cree que ese es el principal titular de la encuesta y no la
ambigüedad de una pregunta que trae respuestas muy equilibradas. Hacer
de esta cuestión una premisa no es más tratar de desvirtuar y desviar el
verdadero político que se debe dar en Cantabria, que no es otro que
buscar su encaje en la modernidad.
El colectivo cantabrista considera que se está tratando
De introducir un debate en nuestra sociedad que carece de
sentido, fundamento e importancia, pues está sustentado en falsas premisas, tanto económicas como históricas, no es la principal preocupación de la
ciudadanía y no supone una cuestión más relevante que otras fundamentales
para aportar mayores niveles de bienestar.
Considerar que una tercera parte de los encuestados piense que a
Cantabria le iría mejor si formase parte de una Comunidad Autónoma más
Grande, sin citar cual, es lo mismo que afirmar que una tercera parte de
los preguntados piensa que Cantabria va mal y que busca una respuesta
mesiánica, a nuestro juicio errática, sabiendo además que las otras dos
terceras partes no están de acuerdo con esa afirmación o no tiene datos
para pronunciarse.